El potencial sin explotar del gemelo digital

La digitalización del sector de la construcción va por buen camino y sus ventajas se han comprendido y, en gran medida, también aceptado. En los últimos años, el tradicional y lento sector de la construcción ha digitalizado su proceso de venta y gestión de proyectos. Hoy en día, muchos promotores facilitan la carpeta de la vivienda a sus clientes de forma digital. Los modelos CAD, los modelos de información de construcción (BIM) y los programas informáticos de construcción como GBuilder ya forman parte del día a día de las grandes empresas constructoras. Las entregas de obras se realizan cada vez más digitalmente, y ya no mediante la entrega de documentos en papel. Hoy en día, también las inspecciones y las reparaciones anuales pueden gestionarse de forma fiable y cómoda, ya que toda la información se mantiene en el mismo lugar. Sin embargo, una vez realizada la entrega digital, el mantenimiento de la documentación generada durante el proceso de construcción suele seguir siendo un problema.

Durante el ciclo de vida de un edificio se genera una cantidad impresionante de documentación. No sólo se produce antes de la entrega, sino también más tarde como producto de diversas actividades anuales de mantenimiento y reparaciones en garantía. Los administradores de la propiedad y los residentes cambian, las reparaciones son encargadas por diferentes partes interesadas. Empiezan a acumularse montones de papeles y carpetas, unos aquí y otros allá. La información relevante para las tareas de mantenimiento puede perderse tras el cese de actividad del anterior administrador de fincas. La información crítica que debería estar disponible para todas las partes interesadas se fragmenta. Empiezan a crearse lagunas. Los problemas y el resentimiento causados por esta fragmentación de la información y las posibles deficiencias tras el traspaso son evidentes. La búsqueda y distribución de documentos como instrucciones de funcionamiento, instrucciones de mantenimiento y diversos protocolos de medición conlleva costes. ¿Quién es responsable de mantener actualizada esta enorme cantidad de información y de ponerla a disposición de todas las partes interesadas? Esto puede acarrear malentendidos y controversias; en el peor de los casos, legales.

En la actualidad se están aplicando leyes en muchos países para mejorar la calidad de la construcción y fomentar la digitalización. Están surgiendo nuevos requisitos técnicos en materia de bajas emisiones de carbono y propiedades del ciclo de vida de los edificios, así como de documentación y mantenimiento de esta información. El gemelo digital es una réplica virtual de un edificio, creada y mantenida mediante la utilización de modelos de datos 3D BIM. En el modelado BIM, los profesionales de la arquitectura, la ingeniería y la construcción trabajan todos en el mismo entorno 3D, lo que agiliza y hace más eficiente el proceso de planificación y construcción de edificios. Aunque los gemelos digitales ya se utilizan ampliamente en el sector de la construcción, quizá aún no se conozcan del todo su potencial y sus ventajas. El gemelo digital también puede y debe incluir otra información relevante para el edificio, como contratos, documentos de construcción e información de mantenimiento. Lo ideal sería que el personal de mantenimiento y los propios habitantes también pudieran acceder al gemelo digital.

Algunas de las ventajas del gemelo digital son obvias. Los materiales de construcción y las posibles emisiones de CO2 y sustancias químicas son de interés para los usuarios finales que, hoy en día, están cada vez más concienciados con el medio ambiente. Tener acceso a información más actualizada permite una evaluación más precisa de las futuras necesidades de renovación y del valor de reventa. El gemelo digital es de gran ayuda para las empresas de mantenimiento, ya que la información de partida está lista para planificar el mantenimiento y las reparaciones. Las reparaciones y renovaciones pueden planificarse y presupuestarse de forma rentable, y también se reducen considerablemente los errores. Además, la documentación resultante puede transferirse sin esfuerzo al gemelo digital. El gemelo digital permite compartir la documentación de forma controlada con todas las partes durante el traspaso digital. Los datos recopilados ya no se fragmentan ni se pierden, sino que se enriquecen y resultan útiles para el homólogo del gemelo en el mundo real durante todo su ciclo de vida. A medida que cambian los residentes, los propietarios y las oficinas inmobiliarias, el gemelo digital sigue estando disponible para todas las partes interesadas.

Esta información no sólo resuelve los problemas de fragmentación de los datos específicos de los edificios. Desde la perspectiva del constructor, los mayores beneficios, a largo plazo, pueden estar en otra parte: Los datos, como la selección de materiales por parte de los residentes, se acumulan en el lugar y también pueden beneficiar al futuro. Ayuda a reunir conocimientos para optimizar las necesidades futuras y predecir con mayor precisión las tendencias locales y generales. Esto beneficia a toda la cadena de producción. Por ejemplo, predecir la elección de baldosas puede ayudar a optimizar la oferta y la demanda, lo que también reduce las necesidades de almacenamiento. Los datos que ofrece el gemelo digital pueden ayudar a optimizar el próximo proyecto de construcción desde las fases de planificación y precomercialización. Los big data, generados por los proyectos también después de su finalización, crean un capital importante e indiscutible para su poseedor.